Cerrad vuestros ojos, envolved vuestro ser en luz violeta y llevad vuestra atención hacia el tercer ojo, vuestro centro frontal , diciendo desde vuestro corazón: “ Invoco la amada presencia de los grandes guardianes del rayo violeta, al amado Arcángel Zadquiel, al amado maestro Saint Germain, a los seres habitantes de otras esferas conectados con esta luz. Invoco su presencia transmutadora de energías para que todo lo que sea congelado en el plano mental, todo lo que sea detenido a nivel de energía, todo lo que ha quedado condensado sea liberado, para que venga a mi la nueva comprensión del proceso, para que venga una nueva visión de mi existencia, para que todo genere un nuevo estado de orden y de equilibrio. Que esta energía violeta y la compañía de estos seres amados me ayuden a transformar en mi existencia aquello que requiera modificarse. Que mi entendimiento genere fluidez y que esa fluidez se exprese hacia otros seres que amo, que esta energia transmutadora envuelva a este planeta y a todos los seres que necesitan sanar sus estados de odio, de resentimiento, para que se exprese el amor, para que se exprese la hermandad. Que esta invocación traiga la luz y sea asumida en este presente, transformando los esquemas pasados y los esquemas futuros”. Amen.